Claro que sí, Fantástico...porque las películas de ese género, las de culto, las rarezas, ahora tienen un programa vía internet. ¿De qué hablamos? de...
...el espacio que estas películas necesitaban o, como dicen ellos: "un programa hecho por
freaks, para freaks, sin criticos de cine, ni intelectualoides que
hablan desde un pedestal, solo fanaticos del genero que se animan a
hablar delante de una camara". Allí vas a encontrar videodossiers sobre películas y tematicas cinéfilas poco frecuentes, entrevistas a especialistas en FX o realizadores independientes muy reconocidos en el medio y fanáticos recomendando joyitas perdidas o desconocidas del Terror Italiano, el Giallo de los años 70, el Spaghetti Western o las Aventuras Postapocalípticas. Conducido por un apasionado del género como es Diego Benedetto (de Splatter House, la tienda especializada en Cine Fantástico, Culto y Terror), CINEMA DELLA MORTE ya va por el sexto programa y si querés disfrutarlo hacé clik ACÁ. Y si andas por Argentina y querés conseguir rarezas o cine clásico y de culto difícil de encontrar, date una vuelta por Splatter House. Conocé la tienda haciendo clik ACÁ.
...pero no teman, no se viene el 2012 con el final de los tiempos...se viene el principio de un nuevo Festival Rojo Sangre!!! El número 12. Gracias a la incansable labor de ese par de "monstruos" que son Pablo Sapere y Gabriel Schipani y sus colaboradores, desde el año 2000, el cine independendiente de género tiene el espacio más importante de toda Latinoamérica para mostrar toda su desbordante creatividad y profesionalismo creciente. Como todos los años, hay para todos los gustos: montones de cortometrajes nacionales y extranjeros, largometrajes en competencia, charlas sobre cine, Cineclub La Cripta, etc. Y este año se completa la ya mítica trilogía de Plaga Zombie con el estreno de PZ: Revolución Tóxica. Además, en el hall del cine podés comprar el catálogo del festival, libros, pines, remeras y seguramente estará el stand de Videoflims, con todo su catálogo del cine que podés ver en el BARS, editado en dvd. Del 27 de octubre al 2 de noviembre en el Complejo Monumental Lavalle (Lavalle 780), de la ciudad de Buenos Aires, podés darte la gran panzada cinematográfica anual. Las entradas por función, 12 pesitos nada más.
La programación completa con trailers de las pelis en BARS Y una muy buena nota sobre el Rojo Sangre, AQUÍ. También pueden visitar la página de Videoflims
Tira tiros, pega trompadas, maneja autos y lanchas, se toma un whisky y se queda con la chica de la película. Vos… ¿no querés ser Ricardo Bauleo aunque sea por un rato?
Eso nos preguntábamos, mis amigos y yo, pizza de por medio esa noche en Villa Urquiza, después de haber disfrutado por tercera vez de “La Gran Aventura”.
UNA GRAN AVENTURA...
Decíamos -en la entrada anterior- que los años 60 fueron el principio de la aventura (más de uno quisiera iniciarse en el espectáculo como lo hizo Bauleo). Y los años 70 van a ser arrasadores.
Ya consolidado como un gran actor, Bauleo sigue cosechando el aplauso del público, el reconocimiento de la crítica y participando en exitosos films. Uno de ellos es "Los mochileros", dirigido por Emilio Vieyra, junto a Susana Giménez, Solita Silveyra y quien lo acompañaría luego en la saga de los superagentes, Victor Bo. Las páginas que siguen pertenecen a un número extraordinario de Radiolandia (nº 2181, mayo de 1970), una revista de gran tirada semanal, dedicada al mundo del espectáculo. En cada número, esta revista publicaba la ficha técnica, completísima, del estreno más importante de esa semana.
A esta película, le siguieron "Así es Buenos Aires" y "Simplemente una rosa", protagonizada junto a Leonardo Favio, gran director de cine, realizador de excelentes películas como ,"Crónica de un niño sólo", "Juan Moreira", "Nazareno Cruz y el lobo", y tantas otras; esta vez en su rol de cantante popular.
Luego, Bauleo se calzaría el casco deportivo para interpretar a un alocado corredor de autos de Turismo Carretera en el film "Piloto de pruebas".
Aquí, la cobertura del estreno realizada por Radiolandia nº 2280.
Mientras filma cuatro películas más, entre el '71 y el '73, Ricardo Bauleo continúa su labor sobre los escenarios de la mano de grandes intérpretes como Niní Marshal, Raúl Rossi, Thelma Biral, Gilda Louseck y hasta se da el lujo de -prácticamente- iniciar exitosas temporadas teatrales en, por ejemplo, Necochea (ciudad turística de la costa atlántica de Argentina), lugar donde todavía no eran tan frecuentes las representaciones teatrales masivas.
"Autocine Mon Amour" (dir: F. Siro), "La colimba no es la guerra" (dir: J. Mobahied), "Hipólito y Evita" (dir: O. Trucco) y "El cabo Tijereta" (dir: J. Mobahied) son todas comedias en donde Ricardo Bauleo sigue demostrando sus cualidades de gran comediante. Y corona 1973 con la exitosa comedia, dirigida por E. Vieyra, "Yo gané al prode...¿y usted?". El prode es un juego que consta de una boleta con 13 casilleros donde figuran los nombres de los equipos de fútbol que se enfrentarán en el torneo anual. Consiste en llenar los casilleros indicando qué equipo ganará o empatará. El que acierta los 13 pronósticos, se gana el premio mayor.
Aquí, La ficha de la revista Radiolandia nº 2324, febrero 1973, con los datos de este film.
En esta película secundaron a Bauleo quienes serían sus compañeros en las insólitas y desopilantes aventuras protagonizadas por los espías criollos más famosos: Victor Bo y Julio De Grazia. Cuenta Emilio Vieyra que "La gran aventura" se le ocurrió después de "Yo gané al prode...¿y usted?", en la gira de promoción del film, por el interior del país: -"...ahí fue que observé que los tres juntos, tan diferentes, generaban un atractivo, una química especial. Pensé: los tres mosqueteros."
HEROE
Sofisticados dispositivos tecnológicos, mortales golpes de karate, autos aerodinámicos, armamento letal y bellas mujeres en diminutos bikinis. En los '60s y '70s hubo un sinfín de películas y series de TV protagonizadas por los más estrafalarios y pintorescos agentes secretos. Los hubo para todos los gustos, fueron protagonistas de aventuras que muchas veces rozaban la ciencia ficción y en ocasiones se sumergian en el delirio absoluto.
Los que crecimos disfrutando de las torpezas de Maxwell Smart, aquel Superagente 86 magníficamente interpretado por Don Adams, los que vibramos con el James Bond de Roger Moore, con el inolvidable agente secreto Derek Flint, encarnado por James Coburn, o los que deliramos con los pícaros aventureros creados por el insuperable Jean Paul Belmondo, soñábamos con tener héroes de acá. Queríamos héroes y aventureros con los que sentirnos más familiarizados, cuyas frases irónicas, sarcásticas o humorísticas sonaran más cercanas a nuestra forma de expresarnos.
Y Bauleo nos cumplió el sueño.
En 1974 tuvo lugar un fenómeno inexplicable para el cine argentino. Algo que hasta hoy se sigue mencionando como "El Boom del Cine Argentino". Si bien no se estrenaron muchas más películas que el año anterior, sí fue notoriamente masiva la afluencia de espectadores a las salas cinematográficas y contundente el éxito de la mayoría de las producciones del momento. Dos páginas de la revista Radiolandia nº 2421, de diciembre del '74, ilustran sobre ese suceso con un balance de esa temporada.
También fue el año en que películas realizadas, incluso cuatro o cinco años antes, encontraron salas de exhibición.
Títulos como La Tregua (dir: S. Renán), Boquitas Pintadas (L.T. Nilsson), La patagonia rebelde (H. Olivera), La Mary (D. Tinayre) y otras, arrasaban en la taquilla. "La Gran Aventura" fue una de ellas...
...metió 457.500 espectadores en la primera semana y duró más de 16 semanas en cartel.
Estrenada el 23 de mayo de 1974, se puede ver, en este recorte de la cartelera de cine (diario La Nación, 5 de julio), que La Gran Aventura todavía seguía en cartel, en el mismo cine de estreno, el Monumental.
¿TIBURÓN, DELFÍN Y MOJARRITA?
No... APOLO, CENTAURO y HÉRCULES. Esos eran los nombres originales de los superagentes, en la película que dio origen a la saga, y la organización no era Acuario si no, Olimpo. "La Gran Aventura" surgió de una idea impulsada por el director de cine Emilio Vieyra y el guionista Salvador Valverde Calvo, quien luego continuaría guionando las historias restantes.
Así adelantaba Radiolandia (nº2374, febrero 1974) algunos detalles sobre la realización y la finalización del rodaje de este entretenido film de super acción.
Y LLEGÓ LA AVENTURA
No fuimos al estreno. Posiblemente, con mis amigos, hayamos ido a la semana siguiente. "-¿Una película de acción de acá? no me jodas". Yo quiero ir a ver "Las Amazonas"-insistí. -No nos van a dejar entrar. -Pero yo no quiero ver La Gran Aventura, yo quiero ir a ver Las Amazonas... Claro que no nos dejaron entrar, estábamos muy lejos de los 18 años necesarios para trasponer la puerta del cine. Y ahí fuimos nomás a ver "esa película de acción argentina". Tenía todo lo que buscábamos: corridas de autos, tiros, piñas, explosiones...
...y estaba la diosa Afrodita. ¿Cómo no querer ser Ricardo Bauleo para rescatar del peligro a Graciela Alfano? Estábamos satisfechos, a esa edad, la película había colmado todas nuestras espectativas. Y parece que también las de los protagonistas (intérpretes, elenco estelar, director, técnicos, productores, guionista), que no dudaron en organizar un gran festejo para celebrar, unos días después, la exitosa "premier" y la gran repercusión de los días posteriores como se puede ver en este nº2392 de revista Radiolandia.
PIÑAS, TIROS, CORRIDAS.
Cuando veíamos a Ricardo Bauleo y a Victor Bo sacudiendo a los malos, nos parecía estar viendo a Trinity y Bambino. Ambos se complementaban muy bien en las escenas de acción: Bo, imparable, demoledor, haciendo volar a diez contrincantes por el aire como si fuera Steve Reeves en "Hércules sin cadenas" o deteniendo un auto en medio de la playa para impedir que los villanos lastimaran a sus compañeros. Y Bauleo, lanzando golpes a lo Belmondo, audaz y gracioso, o deshaciendose de un atacante, impecable y canchero como Roger Moore en "Vivir y dejar morir". Y sin dobles. Y aquí hay que incluir también a Julio De Grazia que alguna vez se lo olvidaron colgando en un helicóptero. Ya fuera peleando al borde del abismo en las cataratas del Iguazú o atados a un elevador para embarcaciones, a punto de ser eliminados por inmersión, los tres actores eran los que ponían sus cuerpos.
Los pasos de comedia jugados entre Bauleo y Julio De Grazia eran realmente acertados y divertidos. Las miradas, la complicidad en los gestos y el remate final, a veces a cargo de uno, aveces, del otro, coronaban efectivos gags. Algunos de esos momentos casi hacen acordar a los del agente secreto Austin Powers, claro que en un tono mucho más ingenuo; no olvidemos que las películas de los superagentes estaban destinadas a un público familiar.
La Gran Aventura rompió récords de taquilla y al final de ese mismo año, Bauleo, Bo y De Gracia ya estaban listos para iniciar el rodaje de la segunda película de la ya clásica saga. Ellos mismos lo comentaban en estas páginas de Radiolandia nº 2419.
Si bien Ricardo Bauleo dedicó gran parte de la década del 70 a protagonizar los films de los superagentes, este carismático actor nunca dejó los escenarios teatrales; en su blog figura la interminable lista de obras de teatro en las que participo.
Su rol de héroe de acción no le impidió seguir compartiendo las tablas con artistas como Tincho Zabala, Betiana Blum, Martha González, Paulina Singerman, Raúl Rossi, Graciela Pal y hasta le permitió darse el lujo de descubrir nuevos valores e impulsar sus carreras artísticas como, por ejemplo, la de Carlos "Carlín" Calvo. Hasta aquí, la década del 70, con un Bauleo "imparable, sin límites", cómo él mismo dice en la excelente serie televisiva "Todos contra Juan 2", en un emotivo diálogo con Gastón Pauls. En la próxima entrada, la tercera y última parte de "Yo quiero ser Ricardo Bauleo". Y ahora, una yapita para escuchar: el tema original de la película "La Gran Aventura", compuesto por Pocho Leyes y Luis María Serra, dos grandes, autores de bandas sonoras como, por ejemplo, "Juan Moreira" entre otras.
1974. Sábado a la nochecita. Mucha gente sale del cine 25 de Mayo, en el barrio de Villa Urquiza. Mis amigos y yo, también. Dan “La Gran Aventura”, la primera de los superagentes. Mientras tomamos una coca en el hall, uno de ellos dice: “Yo quiero ser Ricardo Bauleo”. “Sí, justo, soñá... yo soy Bauleo”. “No, yo”. Y la cosa siguió mientras abandonábamos el cine poniendo rumbo a la pizzería San Carlos V, en la esquina de Triunvirato y Olazábal. Por fin teníamos nuestros propios héroes de acción: el galán, el grandote y el payaso. Los tres encajaban en los personajes como anillo al dedo. Los tres tenían características diferentes. Los tres impactaban en la pantalla. Pero ese día… todos queríamos ser Ricardo Bauleo. En ésta y otras entradas voy a compartir material de archivo referente a su carrera artística. Material que demuestra por qué Ricardo Bauleo ya es un ícono de la cultura pop argentina.
Héroe de acción. Villano. Aventurero. Cowboy. Corredor de autos. Mochilero. Galán... hizo de todo. Y mientras combatía contra científicos locos, correteaba por la selva con Libertad Leblanc, peleaba contra vampiros, o rescataba a Graciela Alfano de las garras de peligrosos malhechores, también se hacía un tiempo para pisar los escenarios de Argentina. Allí afianzó su profesión representando a clásicos como Moliere, O’neill, Anouilh y otros, transitando tanto el drama como la comedia. Después de una prolífica y exitosa carrera artística se guardó un tiempo. Y de pronto, reapareció en la serie televisiva “Todos contra Juan 2”, protagonizada por Gastón Pauls y un elenco de importantes figuras del espectáculo. Iba a grabar tan solo un capítulo, como todos los artistas invitados…pero le pidieron que se quedara por siete más, incluyendo el episodio final. Ricardo Bauleo volvió y “la rompió”, como en sus mejores épocas. Un capo.
EL PRINCIPIO DE LA AVENTURA.
A mediados de la década del 60, el director Emilio Vieyra filma cinco películas de género: un par de thrillers con ribetes fantásticos, dos de ciencia ficción y una de terror. Un jovencísimo Ricardo Bauleo actúa en tres de ellas (cuatro, si contamos que en “Extraña invasión” presta su poderosa y teatral voz en el doblaje de algunas escenas, ya que la cinta fue rodada con diálogos en inglés para ser distribuida en Estados Unidos.)
Lo singular de Bauleo es que, a esa altura, ya había interpretado papeles de importancia junto a reconocidos y prestigiosos actores en diversas comedias como “Ahorro y préstamo para el amor”, con Pedro Quartucci y Olga Zubarry; “Canuto Cañete” junto a Carlos Balá, Maurice Jouvet y Ernesto Bianco o “Escala Musical” con Osvaldo Miranda.
Si uno recorre su trayectoria podrá ver cómo Ricardo Bauleo alternaba entre alucinantes producciones de bajo presupuesto, el teatro comercial y obras cinematográficas mucho más costosas.
Por ejemplo, entre 1965 y 1967, mientras filma “Placer Sangriento y “La venganza del sexo” a las órdenes de Emilio Vieyra, también comparte cartel con Luis Sandrini en el film “Al diablo con este cura”.
Es en "La venganza del sexo", entretenida y sugestiva película de Emilio Vieyra, donde Bauleo encarna su primer papel heroico y, quizás sin proponérselo, empieza a forjar su destino de actor de culto.
En el film, Horacio Fúnes, periodista del diario Crónica (sic), interesado en fenómenos paranormales, se enfrenta al desquiciado Dr. Zoide, científico que utiliza androides para raptar hombres y mujeres con el fin de someterlos a curiosos experimentos sexuales. Aquí, un extracto de la revista "La Cosa", nº 19, julio de 1997.
Bauleo no se detiene, y eso que su carrera apenas está empezando; parece querer absorber cuanta experiencia actoral se le presente. Y en un país que tiene poca tradición en el género fantástico, de acción o terror, él se da el gusto de jugar a ser personajes que muy pocos se animan a encarnar. Parece ser que Interpretar un texto de Moliere, Shakespeare, Monti o Koltés es más importante que jugar al héroe que rueda por el piso para escapar de la "balacera" de los malos. Posiblemente, la carrera artística de Bauleo dé por tierra con esa premisa. Yo creo que viene bien recordar las palabras de Martin Scorcese cuando dice: "A su manera, 'La marca de la pantera' es una película tan importante como 'El Ciudadano". Nos encanta ver a nuestros actores recitando grandes textos en escenas magistrales, pero también nos gusta verlos correteando, saltando por encima de los autos, arma en mano como hacíamos nosotros cuando éramos chicos. Y Bauleo hace las dos cosas. De su boca pueden salir frases como: -"He visto bustos agresivos...pero nunca unos que dispararan" (Apolo en La Gran Aventura, guión de S. Valverde Calvo) o -"¡A mí me importa un pepino esa serie de eternidades! ¡A mí lo que me importa es esta eternidad!¡Esta eternidad chiquita que estamos viviendo ahora, aquí, nada más!" (Paco en Aeroplanos de C. Gorostiza). Alguien tan versátil como Ricardo Bauleo puede pasar "Un mes en el campo" recitando a Turguéniev y después viajar a Bariloche a entreverarse con una hermosa vampira en el film "Sangre de Vírgenes" (E. Vieyra), y por lo tanto, interesar y entretener a dos clases de público con gustos diferentes.
Dicho sea de paso, "Sangre..." y "La venganza..." son dos películas que ya se convirtieron en clásicos de culto aquí en Argentina y en otras partes del mundo. Ambas han sido programadas en horarios centrales en el Channel 4 de Londres, fueron editadas en dvd, son programadas una y otra vez en el canal Volver y proyectadas en festivales o muestras retrospectivas.
Pero a Bauleo, esto no le alcanza. Por eso, salta del ensangrentado frío barilochense al calor de la selva ecuatoriana para vivir peligrosas aventuras junto a Libertad Leblanc en el film "Cautiva en la selva" o "Cautiva de la selva", de Leo Fleider. Aquí tienen una sinopsis de la película reconstruida por mi, en formato de fotonovela.
Y si se quedaron con las ganas, acá está el trailer.
Basta de mosquitos, culebras ponzonosas e indios mal encarados -habrá pensado Ricardo-, es tiempo de volver a la ciudad y qué mejor manera de hacerlo que actuando junto a Sandro de América.
La revista Antena -una publicación dedicada a las noticias del espectáculo- en su número extraordinario de septiembre de 1969, registra el estreno de "La vida continúa", el segundo filme dirigido por Emilio Vieyra, que tiene al cantante Sandro como protagonista. Allí, Ricardo Bauleo, en su rol co-protagónico, interpreta al mejor amigo y a la vez representante del "Elvis Latino". En la nota se refleja la magnitud de la premier, un mundo de gente invade la vereda del cine Sarmiento en la calle Lavalle al 800, "la calle de los cines".
En esa misma revista, la sección Cine al día hace referencia al próximo proyecto cinematográfico que involucra al actor: "Sport prototipo".
Lo cierto es que la película sobre el "ambiente tuerca" se llamó "Piloto de pruebas", su director fue Leo Fleider, se estrenó un par de años después y contó con Ricardo Bauleo en un rol protagónico . En la misma página, un poco más arriba, se menciona la postergación del film "Gitano" (se estrenaría a mediados de 1970) co-protagonizada por Bauleo en el papel de un tipo medio sinverguenzón que desencadena el conflicto central de la película.
A finales de los 60, el incansable Bauleo termina de filmar aquí, alterna con teatro en la costa atlántica y luego parte para Puerto Rico y Estados Unidos.
En Puerto Rico participa en algunos programas televisivos, incluso recibe un premio como mejor artista centroamericano y una de las películas que protagoniza es la comedia policial "Fray Dolar"(dir: Raúl Peña) , una coproducción con España, con la actuación de una joven Marisa Paredes.
Con este trailer cerraramos esta primera entrada, pero les dejo un pequeño adelanto de lo que se verá en entradas posteriores: Una nota de revista Radiolandia, diciembre de 1973, donde informan sobre la filmación de "La Gran Aventura", dirigida por Emilio Vieyra.
Varias de las fotos fueron extraidas del sitio Acceder. Si quieren, pueden visitar el blog de RICARDO BAULEO. Allí figura un listado de su trayectoria cinematográfica y teatral, hay fotografías, entrevistas televisivas y algunos clips de sus actuaciones en cine, tv y teatro.
