1974. Sábado a la nochecita. Mucha gente sale del cine 25 de Mayo, en el barrio de Villa Urquiza. Mis amigos y yo, también. Dan “La Gran Aventura”, la primera de los superagentes. Mientras tomamos una coca en el hall, uno de ellos dice: “Yo quiero ser Ricardo Bauleo”. “Sí, justo, soñá... yo soy Bauleo”. “No, yo”. Y la cosa siguió mientras abandonábamos el cine poniendo rumbo a la pizzería San Carlos V, en la esquina de Triunvirato y Olazábal. Por fin teníamos nuestros propios héroes de acción: el galán, el grandote y el payaso. Los tres encajaban en los personajes como anillo al dedo. Los tres tenían características diferentes. Los tres impactaban en la pantalla. Pero ese día… todos queríamos ser Ricardo Bauleo.
En ésta y otras entradas voy a compartir material de archivo referente a su carrera artística. Material que demuestra por qué Ricardo Bauleo ya es un ícono de la cultura pop argentina.
Héroe de acción. Villano. Aventurero. Cowboy. Corredor de autos. Mochilero. Galán... hizo de todo. Y mientras combatía contra científicos locos, correteaba por la selva con Libertad Leblanc, peleaba contra vampiros, o rescataba a Graciela Alfano de las garras de peligrosos malhechores, también se hacía un tiempo para pisar los escenarios de Argentina. Allí afianzó su profesión representando a clásicos como Moliere, O’neill, Anouilh y otros, transitando tanto el drama como la comedia. Después de una prolífica y exitosa carrera artística se guardó un tiempo. Y de pronto, reapareció en la serie televisiva “Todos contra Juan 2”, protagonizada por Gastón Pauls y un elenco de importantes figuras del espectáculo. Iba a grabar tan solo un capítulo, como todos los artistas invitados…pero le pidieron que se quedara por siete más, incluyendo el episodio final. Ricardo Bauleo volvió y “la rompió”, como en sus mejores épocas. Un capo.
EL PRINCIPIO DE LA AVENTURA.
EL PRINCIPIO DE LA AVENTURA.
A mediados de la década del 60, el director Emilio Vieyra filma cinco películas de género: un par de thrillers con ribetes fantásticos, dos de ciencia ficción y una de terror. Un jovencísimo Ricardo Bauleo actúa en tres de ellas (cuatro, si contamos que en “Extraña invasión” presta su poderosa y teatral voz en el doblaje de algunas escenas, ya que la cinta fue rodada con diálogos en inglés para ser distribuida en Estados Unidos.)
Lo singular de Bauleo es que, a esa altura, ya había interpretado papeles de importancia junto a reconocidos y prestigiosos actores en diversas comedias como “Ahorro y préstamo para el amor”, con Pedro Quartucci y Olga Zubarry; “Canuto Cañete” junto a Carlos Balá, Maurice Jouvet y Ernesto Bianco o “Escala Musical” con Osvaldo Miranda.
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Si uno recorre su trayectoria podrá ver cómo Ricardo Bauleo alternaba entre alucinantes producciones de bajo presupuesto, el teatro comercial y obras cinematográficas mucho más costosas.
Por ejemplo, entre 1965 y 1967, mientras filma “Placer Sangriento y “La venganza del sexo” a las órdenes de Emilio Vieyra, también comparte cartel con Luis Sandrini en el film “Al diablo con este cura”. 
Es en "La venganza del sexo", entretenida y sugestiva película de Emilio Vieyra, donde Bauleo encarna su primer papel heroico y, quizás sin proponérselo, empieza a forjar su destino de actor de culto.
En el film, Horacio Fúnes, periodista del diario Crónica (sic), interesado en fenómenos paranormales, se enfrenta al desquiciado Dr. Zoide, científico que utiliza androides para raptar hombres y mujeres con el fin de someterlos a curiosos experimentos sexuales. Aquí, un extracto de la revista "La Cosa", nº 19, julio de 1997.
Bauleo no se detiene, y eso que su carrera apenas está empezando; parece querer absorber cuanta experiencia actoral se le presente. Y en un país que tiene poca tradición en el género fantástico, de acción o terror, él se da el gusto de jugar a ser personajes que muy pocos se animan a encarnar.
Parece ser que Interpretar un texto de Moliere, Shakespeare, Monti o Koltés es más importante que jugar al héroe que rueda por el piso para escapar de la "balacera" de los malos. Posiblemente, la carrera artística de Bauleo dé por tierra con esa premisa. Yo creo que viene bien recordar las palabras de Martin Scorcese cuando dice: "A su manera, 'La marca de la pantera' es una película tan importante como 'El Ciudadano".
Nos encanta ver a nuestros actores recitando grandes textos en escenas magistrales, pero también nos gusta verlos correteando, saltando por encima de los autos, arma en mano como hacíamos nosotros cuando éramos chicos. Y Bauleo hace las dos cosas. De su boca pueden salir frases como: -"He visto bustos agresivos...pero nunca unos que dispararan" (Apolo en La Gran Aventura, guión de S. Valverde Calvo) o -"¡A mí me importa un pepino esa serie de eternidades! ¡A mí lo que me importa es esta eternidad!¡Esta eternidad chiquita que estamos viviendo ahora, aquí, nada más!" (Paco en Aeroplanos de C. Gorostiza). Alguien tan versátil como Ricardo Bauleo puede pasar "Un mes en el campo" recitando a Turguéniev y después viajar a Bariloche a entreverarse con una hermosa vampira en el film "Sangre de Vírgenes" (E. Vieyra), y por lo tanto, interesar y entretener a dos clases de público con gustos diferentes.
Dicho sea de paso, "Sangre..." y "La venganza..." son dos películas que ya se convirtieron en clásicos de culto aquí en Argentina y en otras partes del mundo. Ambas han sido programadas en horarios centrales en el Channel 4 de Londres, fueron editadas en dvd, son programadas una y otra vez en el canal Volver y proyectadas en festivales o muestras retrospectivas.
Pero a Bauleo, esto no le alcanza. Por eso, salta del ensangrentado frío barilochense al calor de la selva ecuatoriana para vivir peligrosas aventuras junto a Libertad Leblanc en el film "Cautiva en la selva" o "Cautiva de la selva", de Leo Fleider.
Aquí tienen una sinopsis de la película reconstruida por mi, en formato de fotonovela.
Y si se quedaron con las ganas, acá está el trailer.
Basta de mosquitos, culebras ponzonosas e indios mal encarados -habrá pensado Ricardo-, es tiempo de volver a la ciudad y qué mejor manera de hacerlo que actuando junto a Sandro de América.
La revista Antena -una publicación dedicada a las noticias del espectáculo- en su número extraordinario de septiembre de 1969, registra el estreno de "La vida continúa", el segundo filme dirigido por Emilio Vieyra, que tiene al cantante Sandro como protagonista. Allí, Ricardo Bauleo, en su rol co-protagónico, interpreta al mejor amigo y a la vez representante del "Elvis Latino". En la nota se refleja la magnitud de la premier, un mundo de gente invade la vereda del cine Sarmiento en la calle Lavalle al 800, "la calle de los cines".
En esa misma revista, la sección Cine al día hace referencia al próximo proyecto cinematográfico que involucra al actor: "Sport prototipo".
Lo cierto es que la película sobre el "ambiente tuerca" se llamó "Piloto de pruebas", su director fue Leo Fleider, se estrenó un par de años después y contó con Ricardo Bauleo en un rol protagónico . En la misma página, un poco más arriba, se menciona la postergación del film "Gitano" (se estrenaría a mediados de 1970) co-protagonizada por Bauleo en el papel de un tipo medio sinverguenzón que desencadena el conflicto central de la película.
A finales de los 60, el incansable Bauleo termina de filmar aquí, alterna con teatro en la costa atlántica y luego parte para Puerto Rico y Estados Unidos.
En Puerto Rico participa en algunos programas televisivos, incluso recibe un premio como mejor artista centroamericano y una de las películas que protagoniza es la comedia policial "Fray Dolar"(dir: Raúl Peña) , una coproducción con España, con la actuación de una joven Marisa Paredes.
Varias de las fotos fueron extraidas del sitio Acceder.
Si quieren, pueden visitar el blog de RICARDO BAULEO. Allí figura un listado de su trayectoria cinematográfica y teatral, hay fotografías, entrevistas televisivas y algunos clips de sus actuaciones en cine, tv y teatro.
Parece ser que Interpretar un texto de Moliere, Shakespeare, Monti o Koltés es más importante que jugar al héroe que rueda por el piso para escapar de la "balacera" de los malos. Posiblemente, la carrera artística de Bauleo dé por tierra con esa premisa. Yo creo que viene bien recordar las palabras de Martin Scorcese cuando dice: "A su manera, 'La marca de la pantera' es una película tan importante como 'El Ciudadano".
Nos encanta ver a nuestros actores recitando grandes textos en escenas magistrales, pero también nos gusta verlos correteando, saltando por encima de los autos, arma en mano como hacíamos nosotros cuando éramos chicos. Y Bauleo hace las dos cosas. De su boca pueden salir frases como: -"He visto bustos agresivos...pero nunca unos que dispararan" (Apolo en La Gran Aventura, guión de S. Valverde Calvo) o -"¡A mí me importa un pepino esa serie de eternidades! ¡A mí lo que me importa es esta eternidad!¡Esta eternidad chiquita que estamos viviendo ahora, aquí, nada más!" (Paco en Aeroplanos de C. Gorostiza). Alguien tan versátil como Ricardo Bauleo puede pasar "Un mes en el campo" recitando a Turguéniev y después viajar a Bariloche a entreverarse con una hermosa vampira en el film "Sangre de Vírgenes" (E. Vieyra), y por lo tanto, interesar y entretener a dos clases de público con gustos diferentes.
Pero a Bauleo, esto no le alcanza. Por eso, salta del ensangrentado frío barilochense al calor de la selva ecuatoriana para vivir peligrosas aventuras junto a Libertad Leblanc en el film "Cautiva en la selva" o "Cautiva de la selva", de Leo Fleider.
Aquí tienen una sinopsis de la película reconstruida por mi, en formato de fotonovela.
Basta de mosquitos, culebras ponzonosas e indios mal encarados -habrá pensado Ricardo-, es tiempo de volver a la ciudad y qué mejor manera de hacerlo que actuando junto a Sandro de América.
En esa misma revista, la sección Cine al día hace referencia al próximo proyecto cinematográfico que involucra al actor: "Sport prototipo".
Lo cierto es que la película sobre el "ambiente tuerca" se llamó "Piloto de pruebas", su director fue Leo Fleider, se estrenó un par de años después y contó con Ricardo Bauleo en un rol protagónico . En la misma página, un poco más arriba, se menciona la postergación del film "Gitano" (se estrenaría a mediados de 1970) co-protagonizada por Bauleo en el papel de un tipo medio sinverguenzón que desencadena el conflicto central de la película.
A finales de los 60, el incansable Bauleo termina de filmar aquí, alterna con teatro en la costa atlántica y luego parte para Puerto Rico y Estados Unidos.
Con este trailer cerraramos esta primera entrada, pero les dejo un pequeño adelanto de lo que se verá en entradas posteriores: Una nota de revista Radiolandia, diciembre de 1973, donde informan sobre la filmación de "La Gran Aventura", dirigida por Emilio Vieyra.
Si quieren, pueden visitar el blog de RICARDO BAULEO. Allí figura un listado de su trayectoria cinematográfica y teatral, hay fotografías, entrevistas televisivas y algunos clips de sus actuaciones en cine, tv y teatro.
